En un rincón de mi alma // Mi religión, tu cuerpo.
Mi
religión, tu cuerpo.
Por: Martín Licona.
Regresar al templo, entrar de rodillas ante tu divinidad
Con el rosario de tus
suavidades cuento rezos, letanías
y lleno el silencio con
tus silabas.
Marchan procesiones,
peregrinos húmedos sin espinas
y en placentera
resurrección, su agonía.
Me castigo con los
látigos de tus uñas, por mis culpas,
por la culpa
estéril de quererte mía.
Bajo de la cruz tu
cuerpo mutilado de besos y caricias,
mi cuerpo es el sudario
donde te magnificas.
Como de tu pan y bebo
de tu vino en sagrada eucaristía,
en purificación de mi
alma bebiendo de tu oscura reliquia.
El ojo de dios me mira
y me convierto en piedra,
“Que la paz esté sobre
tu vientre, que me mate tu belleza sobre la cruz”.
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