Instrucciones para pescar una estrella fugaz.
Por: Martín Licona.
Las estrellas fugaces están
hechas de besos que se mandaron a distancia y que nunca llegaron a su destino.
Muchos de los besos que arrojamos al viento, esperando encuentren los labios,
la frente o las mejillas del ser amado, se pierden en el inmenso mar del cielo.
Algunos otros, son devueltos con el gesto de desdén de una mano que no nos ama. Cuando los besos se
cansan de rondar vagabundos por las esquinas del mundo, deciden que es momento
de suicidarse suavemente, dejándose caer para incendiar el horizonte como
pequeñas agujas luminosas, y es qué: ¿de qué sirve un beso sin labios que le
reciban?.
El mejor momento para pescar
estrellas fugaces, es cuando se desbordan en una lluvia de luces que incendia
el manto negro de una noche despejada, como un corazón al estallar, así se caen
a pedazos los besos que no se dan. En esas noches que nos regalan una lluvia de
luz, uno puede salir con su red a pescar estrellas.
Utilice una red tejida de
nostalgias, nada atrapa mejor que un sentimiento perdido. Suba al punto más
alto que encuentre; una azotea, un campanario, la copa de un árbol o amarre su
mano a un papalote y déjese guiar por el viento tibio del verano. Ya en la
altura usted debe cerrar los ojos, las estrellas no se pescan con la vista; se
sienten, se huelen y se intuyen, es un error destinar la belleza sólo a la
cárcel de los ojos. Sostenga la red con sus dos manos y déjela abierta y generosa
ante el regalo del mundo, respire hondo, sienta la estela de las estrellas acariciándole
el cabello, disfrute la miel de un universo que llora dentro de sus ojos.
Cuando los abra, usted verá que alguna estrella fugaz habrá caído en su red tejida de nostalgias. Su
brillo deslumbra como la ilusión, así que tendrá que envolverla en una manta
color silencio hasta que encuentre paz. Deje que se apague ahí, que el fulgurar de
sentimientos se reponga del viaje por los sueños y se contenga hasta ser débil
flama de una vela vieja. Cuando la calma llegue con el alba, usted podrá abrir
la estrella fugaz como el cofre de un tesoro. Dentro encontrará el suspirar de
los besos perdidos que formaron esa estrella. Tome ese viento de intento
fallido y resbálelo por sus labios, es la esencia de un amor sin completar, de
alguien que perdió su algo, amantes ausentes, distantes amores. Tome un poco de
ese amor que nadie quiso, que todos andamos urgidos del amor que tanta falta le hace a este mundo.
Hermoso ...
ResponderEliminarGracias y saludos!!
EliminarTremenda pieza, como ya lo he publicado en donde lo he compartido: Lectura corta, elaboración magistral. Excelente!
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Edward!! Te mando un saludo y te invito a seguir leyendo el blog!
EliminarHermosa.
ResponderEliminarGracias, saludos!!
Eliminar... qué bello!!! así, de esa manera yo he cogido algunas estrellas, otras se me escaparon por desesperada y ahora ya ni besos perdidos tengo... muchas gracias por recordarme este arte de antaño mío...
ResponderEliminarMuchas gracias por leerlo y gracias por compartirnos tu experiencia. Saludos.
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