Ejercicio 1

EJERCICIO 1
Canto, a veces,
con la voz de un arroyo
pero no define mi canción.
Balbuceo un nombre,
un color,
una señal
y un rostro despedazado
por la memoria.
Me sienta bien la sombra,
ausencia pristina de ti.
Desde ahí te llamo,
susurro a susurro,
hasta que aparecen,
como peces mordiéndome los pies,
cada uno de nuestros secretos.
Canto y te recuerdo
por la costumbre de los años.
Ajenos y discordantes
son nuestros caminos
y de tanto andarnos alejando,
puede ser que un día,
sin quererlo,
nos encontremos.
Comentarios
Publicar un comentario